Sus enseñanzas también, cómo no, están en sus obras, sus obras literarias y las fundaciones. Entre sus obras literarias destacan el libro de su VIDA, el de las Fundaciones, Camino de Perfeción, las Moradas o Castillo Interior, Desafío espiritual, Apuntaciones, etc. Y las más de seiscientas poesías llenas de gracia, amor y sentimiento. Su lenguaje llano, directo, en clarísimo castellano, llega a todos los lectores.
No en vano fué declarada doctora de la iglesia, única entre doctores; sólo ella y Sta.Catalia de Siena disfrutan de tal grado de sabiduría. Las fundaciones son numerosas: Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Toledo, Pastrana, Salamanca, Alba de Tormes (Dónde murió el 4 de octubre de 1582, a los 67 años), Segovia, Beas del Segura (Allí se puso enferma y no pudo venir a realizar la fundación del convento de Caravaca de la Cruz, enviando en su nombre a su ayudante, el joven fraile Antonio de Heredia), Villanueva de la Jara, Palencia, Soria y Burgos. –Sus confesores fueron: S.Fran de Borja, S.Pedro de Alcántara y el beato Juan de Ávila. Sus ayudantes y consejeros, San Juan de la Cruz y el padre de Antonio de Heredia.